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Rafael Suárez de Wealth Solutions – Selector del mes
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Rafael Suárez de Wealth Solutions – Selector del mes

“Generalmente, para que una inversión tenga éxito el gestor tendrá que acertar tres decisiones principales: qué inversión realizar, cuándo llevarla a cabo y cuándo deshacerla”, afirma Rafael.
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4 OCT, 2023

Por Leticia Rial de RankiaPro

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Os presentamos a Rafael Suárez, Director de Inversiones de Wealth Solutions. Inició su carrera profesional en 2014 en BBVA como analista de carteras de banca privada. Posteriormente ocupó los puestos de gestión operativa de IICs y formación sobre mercados financieros en BNP Paribas y Consultor en mercados de capitales en Accenture. En agosto de 2017 se incorporó a Wealth Solutions como analista senior de inversiones y en 2018 fue nombrado responsable del área de análisis. Desde el año pasado ocupa el puesto de Director de Inversiones, siendo responsable de la estrategia y selección de productos de inversión.

Graduado en Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Sevilla, Rafael ha realizado el Máster en Bolsa y Mercados Financieros por el IEB y cuenta con las certificaciones CFA y CAIA. En su actividad como docente es profesor en el MBA con especialización en finanzas, y otros másteres y programas a medida del IEB.

¿Cuándo y cómo llegaste al sector financiero? ¿Tenías otra vocación?

Podría decirse que fue casualidad. Justo antes de terminar la carrera asistí a un proceso de selección en una entidad financiera y acabé, de rebote, en un departamento ligado con la gestión de patrimonios. Aquí fue donde descubrí mi pasión por los mercados financieros y su dinamismo.

En lo que respecta a otras vocaciones, lo único que tenía claro es que me quería dedicar a algo que me obligase a estar en constante aprendizaje y que cada día fuera distinto al anterior.

Si no fueras selector de fondos, ¿cuál te hubiera gustado que fuera tu profesión?

Otra de las disciplinas que despertó mi inquietud en mis inicios fue la programación, ya que me permitía dejar de hacer tareas rutinarias para dedicar mi tiempo a otras tareas más intelectuales. No me cabe duda de que me dedicaría a algo relacionado con el mundo digital y el análisis de datos. De hecho, hoy día utilizo esta habilidad como una herramienta más en mi trabajo.

¿Cuáles son tus hobbies?

Diría que tengo dos hobbies principalmente: por un lado, siempre me ha gustado el mundo relacionado con la música; y, por otro lado, desde pequeño me ha gustado resolver problemas. De hecho, con una de las tareas que más disfruto es ver el resultado de algo y hacer ingeniería inversa.

Si sólo pudieras hacer una pregunta al gestor de fondos, ¿cuál sería?

Generalmente, para que una inversión tenga éxito el gestor tendrá que acertar tres decisiones principales: qué inversión realizar, cuándo llevarla a cabo y cuándo deshacerla. En consecuencia, mi pregunta iría encaminada a entender cómo el equipo gestor lleva a cabo ese proceso de decisión (tanto de selección, como entrada y salida de cualquier inversión) y comprender el active risk del fondo en cuestión.

¿Cómo identificas a un buen gestor?

En primer lugar, parto de la premisa de que el comportamiento del fondo depende en gran medida de la política de inversión del fondo y, por ende, del universo de inversión objetivo; por lo que los números pasan a un segundo plano una vez se ha comprobado que están en línea con lo que cabría esperar. A partir de ahí, me centro en entender cómo trabaja el gestor del fondo, en quién se apoya, cuáles son las herramientas con las que cuenta, cuál es su experiencia, cómo ha evolucionado su estilo de gestión, etc. En definitiva, mi trabajo es entender cómo y por qué se toman decisiones de inversión, qué valor aportan y ratificar que hay coherencia en todo el proceso de inversión.

En este sentido, la gestión de los riesgos es clave. Entender cómo la enfoca el gestor y su equipo me ayuda a medir su valor añadido, neto de costes, y también a saber cómo de repetible es su gestión en ciclos distintos.

En resumen, para mí un buen gestor es aquel que hace lo que dice que va a hacer, no da sorpresas, ni asume riesgos exóticos o que no corresponden con la política de inversión del fondo.

¿Qué te puede hacer dudar de él?

En primer lugar, al realizar una valoración relativa del gestor contra otros fondos o índices de referencia comparables, busco “red flags” en cuanto al comportamiento del fondo en cuestión desde diferentes ángulos. Y, a nivel individual del fondo, trato de descomponer el proceso inversor y de toma de decisiones para, posteriormente, analizar cada una de estas en la búsqueda de inconsistencias entre el mensaje del gestor, la política de inversión del fondo y las acciones tomadas. Si encuentro alguna, esto es una “red flag” insalvable.

¿Qué aspectos consideras más importantes a la hora de seleccionar un fondo para la cartera?

Creo que el aspecto más importante es decidir para qué estamos seleccionando un fondo u otro, qué queremos lograr, a dónde queremos llegar. Esto se traduce en definir el universo de inversión de cada clase de activo, su índice de referencia y, a partir de aquí, definir qué función tiene cada parte de la cartera. Una vez hecho lo anterior estaremos en disposición de saber qué tipo de fondo necesitamos e iremos a buscarlo entre todos los fondos que conforman dicho universo de inversión.

Asimismo, a nivel individual de un gestor añadiría transparencia, comunicación fluida y ética a la hora de actuar. Es más, cualquier atisbo de comportamiento no ético o conflictos de interés por parte de la gestora es otro “red flag” insalvable. Mi objetivo es evitar un riesgo asimétrico como es el reputacional, ya no solo por parte de los gestores, sino por cualquier miembro participante en la industria de la gestión de activos.

Actualmente, ¿cuál es el asset allocation de vuestras carteras modelo?

En Wealth Solutions no existe el concepto de cartera modelo como tal, sino que el asset allocation de cada cartera responde a los objetivos, necesidades y restricciones de cada individuo o institución, variables que se plasman en lo que se define como política de inversión. Es por esto por lo que cada inversor tiene una cartera personalizada en función de sus decisiones con un asset allocation en base a sus objetivos.

Este método de construcción de carteras nos permite:

  • Versatilidad: una persona o institución puede tener diferentes objetivos con distintos asset allocations.
  • Flexibilidad: los objetivos, al igual que la vida misma, son dinámicos en el tiempo, lo que permite hacer ajustes en todo momento en base a las nuevas necesidades que vayan surgiendo por el camino.

¿Qué errores se cometen con más frecuencia en la selección de fondos?

Los agruparía de la siguiente manera en función de con qué están relacionados:

  • Comportamiento histórico: entre los que podemos encontrar asumir que, si ha tenido un buen comportamiento en el pasado, este continuará en el futuro (por naturaleza nos influyen más los resultados recientes), o no ser capaz de entender de dónde procede el valor añadido del gestor y valorar su sostenibilidad en el tiempo (aquí es muy importante hacer una comparativa adecuada).
  • Modas: un ejemplo que siempre me gusta comentar es el de los smartphones. Cuando tenemos la intención de adquirir uno realizamos una labor de investigación más propia de Sherlock Holmes, que de una persona que, aunque nos cueste reconocerlo, solo va a utilizar un pequeño porcentaje de las características de ese móvil. Sin embargo, a la hora de invertir no se realiza, ni de lejos, esa labor de investigación; dejándonos llevar en muchas ocasiones por modas pasajeras o consejos de conocidos.
  • Costes: es demasiado habitual encontrarse con inversores que no saben exactamente cuánto están pagando y que, además, tienden a subestimar estos gastos.
  • Sesgos cognitivos: el peso de nuestras emociones suele tener un peso demasiado alto en nuestra toma de decisiones, he aquí la relevancia de establecer un proceso de inversión robusto y materializarlo en un documento por escrito, como pudiera ser la política de inversión.
  • Confundir suerte con talento: en ocasiones algunos gestores lo han hecho bien en parte por estar en el sitio adecuado en el momento justo, siendo mi labor entender cuánto de eso ha sido voluntario y cómo de fácil es que sea repetible en otros ciclos o entornos de mercado.

¿Dónde te ves dentro de diez años?

Hoy en día disfruto mucho con mi trabajo, por lo que me encantaría seguir en los mercados financieros y, en concreto, en la gestión de activos y patrimonios.

Debido a mi otra pasión, me gustaría que la tecnología, inteligencia artificial y cualquier otro avance sean herramientas cada vez más presentes, y que nos vayan ayudando a hacer mejor nuestro trabajo y asesorar de mejor manera a nuestros clientes.

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