Poco a poco las mujeres van ganando protagonismo en la industria de gestión de activos. Un sector dominado por hombres pero en el que España es un referente a nivel mundial. En concreto, el 21% de los fondos registrados en nuestro país están administrados por una mujer. Un porcentaje que sitúa nuestro país solo por detrás de Taiwán y Singapur, según el informe Alpha Female 2022 elaborado por Citywire.

Para conocer más a fondo qué papel juegan las mujeres en la industria de la gestión de activos, conocemos el punto de vista de diferentes perfiles dentro del sector: Patricia Molpeceres (AllianceBernstein), Olympia Riquelme (iCapital) y Marga Selga (Natixis IM).
El papel de la mujeres en la industria de gestión de activos
Patricia Molpeceres, directora de ventas para Iberia en AllianceBernstein

Creo firmemente en la necesidad y los beneficios de la diversidad de pensamiento en el trabajo, ya sea de personas de distintos orígenes, etnias, edades o en este caso sexos. Son muy enriquecedores los puntos de vista diferentes para inspirar, crear el cambio y tener una visión más holística, o de lo contrario todo lo que vemos, consumimos y en lo que participamos sería lo mismo. Por ello, el papel de las mujeres es clave para conseguir esa diversidad de pensamiento, y especialmente en el mundo de las finanzas ya que este históricamente ha sido un sector con poca presencia femenina. En este sentido, creo que pasito a pasito el camino se va allanando para las futuras generaciones de mujeres. La clave está en lo que cada uno podemos aportar en nuestro día a día. Por ejemplo, en AllianceBernstein, llevamos tiempo trabajando en esto, de hecho, tenemos el Women’s Leadership Council, un consejo de altos directivos comprometidos con crear un entorno inclusivo y diverso en el que las mujeres puedan desarrollar y ampliar sus funciones directivas en AllianceBernstein.
Otra manera que tenemos para contribuir en la diversidad e inclusión de todo tipo de diferencias dentro de la compañía es a través del Comité Europeo de Diversidad e Inclusión, en el que participo activamente. Nuestra actividad se basa en la creación de proyectos e iniciativas tales como programas de mentoring, en el que hemos visto que cada vez más mujeres participan, tanto como mentoras como pupilas; el buddy program, un programa en el que al nuevo empleado se le asigna otra persona de la compañía para ayudarle a integrase más fácilmente en la organización; actividades de networking entre distintas unidades de la compañía, y por supuesto, charlas de personas externas de distinto ámbitos que contribuyen a abrir la mente, analizar otros puntos de vista y enriquecer nuestra cultura corporativa.
Olympia Riquelme, asesora financiera en iCapital Asesores Financieros y Patrimoniales

A principios de los años 90 las mujeres éramos minoría en el mundo financiero, e incluso se percibía cierta desconfianza de que fuésemos “inferiores” profesionalmente. Esta situación, en mi caso, evolucionó a lo largo de los años, adquiriendo responsabilidades y llegando a puestos directivos, donde volvía a estar en “casi soledad” por no decir que era la única.
Ahora en 2023, y después de una larga carrera, me gustaría lanzar un mensaje de vValentía para todas nosotras, haciendo hincapié en dos temas:
Por un lado, la formación. Debemos ser ambiciosas a la hora de estudiar, hacer un máster, sacar titulaciones (como el CFA)… El año pasado tuve la oportunidad de cursar un máster y fue una experiencia muy enriquecedora, tanto por el conocimiento adquirido como por formar parte de equipos de distintas edades. Ahí te das cuenta de que los resultados son mejores cuando combinas hombres y mujeres de distinta edad y experiencia.
Por otro lado: ser ambiciosas laboralmente. En mi caso di el salto al mundo independiente en 2019, cuando tuve que decidir si continuar como banquera en una entidad o cambiar al asesoramiento independiente, después de valorar varias opciones decidí fichar por iCapital.
No fue sencillo lanzarme a una manera distinta de trabajar, pero con un nivel de seriedad y profesionalidad mayor, con libertad y sin ningún tipo de conflicto de interés.
Lo más enriquecedor es que a los clientes no les hablo de una entidad concreta, les hablo de mí y de la compañía de profesionales de la que formo parte. Sorpresivamente, la mayoría de ellos ven en su asesor una persona de su confianza, que vela siempre por sus intereses siguiéndole en la aventura.
Cada vez nos estamos incorporando más mujeres a este mundo y debo decir que, al ser jerarquías más planas, se diluyen las posibles desigualdades que se puedan dar en otras organizaciones. Aunque puedo afirmar que, a lo largo de mi carrera, no me he sentido discriminada nunca.
La mejor decisión que pude tomar.
Marga Selga, senior sales manager international distribution de Natixis IM

Es evidente que mujeres y hombres no somos exactamente iguales, física ni psicológicamente, y son estas diferencias los verdaderos motores de innovación y rendimiento en una empresa. Aún sabiendo esto, sigue habiendo un claro gap entre mujeres y hombres en la industria financiera.
Primero, algo de contexto: un estudio reciente de Catalyst muestra que las mujeres representan casi la mitad de la industria de servicios financieros, lo cual son buenas noticias de un primer vistazo. El mismo estudio, sin embargo, revela que menos del 13% de las mujeres en el sector llegan a puestos de liderazgo como CEO. Una parte particularmente alarmante del estudio también muestra que las mujeres tienen menos probabilidades de ser promovidas en la industria financiera. Parte de esto se debe a que la mayoría de las mujeres optan por dejar sus puestos cuando sus homólogos masculinos empiezan a presionar, según un estudio de Harvard Business Review. El estudio muestra que esta tendencia se debe por un lado al entorno laboral y por otro a que las mujeres no tienen modelos femeninos de alto nivel en la cima de las empresas financieras.
Por mi parte, he tenido la suerte de trabajar en equipos con hombres que sacan las mejores cualidades y virtudes a relucir, ayudándote a crecer como persona y como profesional; y a la vez, he trabajado con mujeres de referencia en el sector que me inspiran a la excelencia en el trabajo. He buscado aprender de las capacidades y virtudes en las personas, tanto si son hombres como mujeres.
Las inversiones no entienden de género sino de rentabilidades. Es por ello que creo firmemente en que sobre la base de la educación y medidas de conciliación reales y prácticas, veremos poco a poco que la igualdad no vendrá dada por imposición ni por cuotas, sino como resultado de una sociedad más flexible, comunicativa, colaborativa, empática, resolutiva, eficiente y creativa, cualidades en ambos, hombres y mujeres; por lo que espero que llegue un momento en que no tengamos que hablar más de cuestiones de género sino de capacidades, cualidades y virtudes de las personas.