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Pedro Díez de Youfirst Smart Finance EAF – Asesor del mes
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Pedro Díez de Youfirst Smart Finance EAF – Asesor del mes

En 2013 Pedro decidió crear Youfirst Smart Finance EAF para poder seguir desarrollando su carrera profesional como asesor financiero.
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16 FEB, 2022

Por Leticia Rial de RankiaPro

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Os presentamos a Pedro Díez, Director de Inversiones de Youfirst Smart Finance EAF. Comenzó su carrera profesional en la Unidad de Negocio Financiero del Grupo Lladró, especializándose en la gestión de divisas y tipos de interés, y las inversiones financieras. Posteriormente, ocupó el cargo de Director de Inversiones para un family office, hasta que el año 2013 decidió constituir Youfirst Smart Finance EAF para poder seguir desarrollando su carrera profesional como asesor financiero. Licenciado en Economía por la Universidad de Valencia, cursó el Máster Financiero y Bursátil de la Fundación de Estudios Bursátiles y recientemente ha obtenido la certificación EPFA ESG Advisor.

¿Por qué optaste por dedicarte al mundo del asesoramiento financiero?

Digamos que el mundo del asesoramiento financiero ha sido más una consecuencia que un objetivo inicial. Después de acabar la Licenciatura en Economía y terminar el periodo en el que estuve investigando en el Departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Valencia, gracias a una Beca de Colaboración concedida por el Ministerio de Educación y Ciencia, entré en el proceso de selección para un puesto en la Unidad de Negocio Financiero del Grupo Lladró. Tuve la suerte de poder conseguir el trabajo y allí pude formarme en diferentes tareas que abarcaron desde labores propias de un departamento financiero, al control y gestión del riesgo de divisa y tipos de interés, y la gestión de las inversiones financieras del grupo. Una vez abandoné la empresa, recabé como Director de Inversiones en un family office. Allí seguí profundizando en el mundo de las inversiones hasta que decidí dar un paso más y constituir la EAF (empresa de asesoramiento financiero) desde la que poder prestar un servicio de asesoramiento global a más de una familia.

¿Cuáles son tus hobbies?

Mi dos grandes pasiones son el futbol sala y la música. Durante más de veinte años he sido entrenador de fútbol sala, llegando a convertirme en segundo entrenador del Levante UD FS, equipo que milita en primera división. En relación a la música, mi vida siempre ha estado cerca de los conservatorios y actualmente soy el Presidente del Orfeó Universitari de València, asociación coral que este año cumple los 75 años de vida, siendo de esta forma la agrupación coral universitaria, en activo, más antigua de España.

¿Cómo deben orientar los inversores sus carteras para 2022?

La pregunta correcta es, en mi opinión, si la distribución de activos de las carteras podrá permanecer estática durante todo el año 2022. Seguramente este año debamos ser más flexibles e ir adaptando la cartera a las diferentes noticias, sobre todo provenientes de los bancos centrales. Sin embargo, en líneas generales diría que la renta fija debería quedar, en estos primeros compases del año, reducida a la mínima expresión y el incremento de liquidez debería compensarse con algo más de renta variable. Este año la estrategia barbell podría ser una de las ganadoras.

Por otro lado, animaría, en la medida de lo posible, a los inversores a valorar la incorporación de activos alternativos con los que ganar en descorrelación con los mercados tradicionales. Obviamente la inclusión de dichos activos estará relacionada con la experiencia de cada inversor y sus necesidades de liquidez, ya que dichas inversiones suelen estar ligadas a plazos largos de inversión. En cualquier caso, iría con mucho ojo con estos activos, ya que no todos acaban traduciendo su potencial de diversificación en diversificación efectiva.  

¿Cuándo aporta más valor un asesor financiero?

Un asesor financiero maximiza su valor en la medida que impregna su trabajo de independencia. De esta forma, el asesor, a diferencia de lo que les sucede a otros actores del mercado, evita cualquier fuente de conflicto de interés. En este modelo de asesoramiento los ingresos del asesor deben provenir exclusivamente de sus clientes. En mi opinión este modelo es complejo, ya que los clientes no suelen estar acostumbrados a pagar por los servicios. Sin embargo, construir la relación en estos términos genera mucha estabilidad a largo plazo; ya que el cliente percibe que los únicos intereses a defender son los suyos.

¿Qué características piensas que debe tener un buen asesor?

Un buen asesor debe ser honesto y no dejarse influir, en la medida de lo posible, por las emociones de sus clientes. Y obviamente no debe realizar ninguna propuesta de inversión sin conocer los riesgos asociados a cada producto incluido en la misma. Un buen asesor debe poder explicar al cliente el motivo de la evolución positiva o negativa de una inversión, desde el conocimiento de los riesgos y oportunidades que ofrece. En definitiva, un buen asesor debe poner el interés del cliente por encima de cualquier otro.

¿Cómo es la relación con tus clientes en momentos de crisis en el mercado? ¿Cómo se gestionan las emociones?

Como es normal, en momentos en los que los mercados entran en crisis las certezas se reducen y las dudas aparecen. Es en esos momentos cuando es más importante dotar al razonamiento de la mayor objetividad posible, para evitar que los clientes tomen decisiones equivocadas. De esta forma la racionalidad desplaza el pensamiento subjetivo. En cualquier caso, si las carteras de inversión de los clientes están confeccionadas correctamente, contemplando el plazo de inversión para el que la liquidez no es un problema, los clientes tienden a estar más calmados. Es importante que, incluso en entornos tranquilos de mercado, los clientes entiendan que cada activo tiene un plazo de inversión recomendado, de modo que, en dichos momentos de crisis, la prisa y la negatividad sean variables que pierdan fuerzan.

¿Todos los actores de la industria de fondos de inversión entienden la inversión sostenible de igual manera?

El camino hacia la estandarización, no solo del significado de sostenibilidad sino también en la forma de medirla y valorarla, ha comenzado aunque todavía queda mucho camino por recorrer. La taxonomía medioambiental se ha comenzado a definir, pero todavía no está terminada. En este sentido, la taxonomía social es todavía una propuesta. Debido a esta situación, y aunque las gestoras ya han tenido que clasificar sus diferentes fondos entre el artículo 6, 8 y 9 del SFDR, el consenso entre las diferentes empresas que estandarizan la información que debe suministrar una empresa en relación a los factores ESG y las empresas que realizan los ratings de sostenibilidad, es bajo. Seguro que con el tiempo este proceso que ha comenzado, y que es tan necesario, acaba dando sus frutos y todos acabamos hablando el mismo idioma. Hoy por hoy, las gestoras van adaptándose con análisis propios o externos, y cada una plantea la sostenibilidad desde puntos de vista con enfoques diferentes.

¿Cuál sería el mejor consejo que daría a los inversores?

Cada inversor es muy diferente, aunque quizá el mejor consejo que podría darles, es que planifiquen su cartera de inversión desde la variable del riesgo máximo que están dispuestos a soportar, más que desde el punto de vista de la rentabilidad que les gustaría obtener. De esta forma, la ambición no se convertirá en miedo y la probabilidad de tomar decisiones equivocadas se reducirá de forma importante.

En 2013 constituyes Youfirst Smart Finance EAF. ¿Cuál es la enseñanza más importante que has obtenido de todos estos años?

Desde un primer momento creí que el asesoramiento solo se puede entender desde la independencia, y a día de hoy sigo pensando lo mismo. Creo que las EAF son tan necesarias como lo son el resto de empresas de servicios de inversión, y que la normativa y el regulador deberían hacer un mayor esfuerzo para que los clientes entiendan las diferencias entre los diferentes servicios ofrecidos por las diferentes entidades. En el contexto actual, un cliente puede acabar firmando un contrato de asesoramiento, con implicaciones muy distintas, desde diferentes entidades y esa ambigüedad evita que el cliente acabe contratando, en muchas ocasiones, los servicios que protegen de mejor forma sus intereses.  

Si tuvieras que definirte con una palabra, ¿cuál sería y por qué?

Honesto. Desde un primer momento siempre he trabajado del lado del cliente, así que tengo muy claro lo que valoran todos ellos. Piden sinceridad, trasparencia y valor diferencial. Eso es lo que, cada día, tratamos de aportarles desde la EAF.

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