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El valor de cuidar a los empleados
Inversión ESG

El valor de cuidar a los empleados

Los buenos empresarios se diferenciarán por adoptar un enfoque proactivo y reflexivo a la hora de invertir en su plantilla.
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8 MAY, 2023

Por Wellington Management

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Yolanda Courtines, gestora de carteras de renta variable de Wellington Management

Una de las cuestiones sobre la que más se reflexiona últimamente es cómo influyen las relaciones laborales en la capacidad de una empresa para mantener una posición competitiva sólida en el futuro. El planteamiento del equipo de Wellington Management se basa en la creencia de que las empresas adoptan un enfoque holístico de las personas, los beneficios y el planeta están mejor situadas para generar valor a largo plazo. Los empleados son un grupo fundamental en este marco, pero la incertidumbre económica, alta inflación y una dinámica laboral más desafiante hace que la capacidad de una empresa para obtener una puntuación alta en esta métrica y en esas circunstancias sea aún más crítica como indicador potencial de éxito sostenido y creación de valor duradero.

La importancia de la administración corporativa responsable o stewardship en el entorno actual

Nuestra convicción en la influencia de estos factores -alta rentabilidad y buena gestión- se basa en dos creencias complementarias. En primer lugar, las empresas que ocupan posiciones sólidas y competitivas superan sistemáticamente su coste de capital y producen rentabilidades atractivas a lo largo del tiempo. En segundo lugar, cuando estas empresas llevan a cabo una buena gestión, adoptando un enfoque responsable y a largo plazo con todas sus partes interesadas, las probabilidades de éxito sostenido se inclinan aún más a su favor.

El stewardship se cita a menudo como motor de la rentabilidad sostenible a largo plazo. Sin embargo, lo que la convierte en un elemento diferenciador especialmente convincente en estos momentos es su capacidad para ayudar a las empresas a adaptarse y triunfar en un nuevo régimen macroeconómico. Como han señalado nuestros estrategas macroeconómicos, esperamos que el futuro se caracterice por una inflación más elevada y volátil, unos tipos de interés más altos y una mayor ciclicidad. Las empresas tendrán que lidiar con este entorno económico más desafiante en un mundo más fragmentado, con una presión continua sobre las cadenas de suministro, potencialmente exacerbada por la incertidumbre geopolítica y el creciente impacto del cambio climático.

Parafraseando a Warren Buffett, un entorno macroeconómico menos halagüeño facilitará que las empresas bien gestionadas destaquen. Independientemente del sector o la región -y en diversos entornos de mercado-, los líderes del futuro se distinguirán por su capacidad para adaptarse a los retos. Después de la crisis de la Covid, vimos que los directivos más reputados se diferenciaban por reforzar sus cadenas de suministro para que fueran más resistentes y fiables. Más recientemente, hemos observado una creciente presión para que los directivos se adapten y respondan a la mano de obra. Creemos que los cambios en la dinámica del mercado laboral son el resultado de fuerzas seculares, más que cíclicas, y que las empresas experimentarán una presión al alza de los salarios durante algún tiempo.  

Por qué el trabajo es tan importante ahora

Creemos que la mano de obra será un tema de inversión importante a largo plazo, y un buen ejemplo de cómo un factor ESG puede tener un efecto material en los rendimientos financieros a largo plazo. En las tres últimas décadas, la rentabilidad de los proveedores de capital ha superado con creces la de los proveedores de mano de obra. En nuestra opinión, este equilibrio de poder está empezando a cambiar. Varios factores, como el cambio demográfico, las limitaciones de la inmigración, la Covid, la movilidad de la mano de obra y la desglobalización, han contribuido a reducir la reserva de mano de obra disponible. Esto ha disparado los costes y está dando a los trabajadores más poder para exigir mayores compensaciones o cambios en las condiciones laborales. Creemos que va a hacer falta más que un ciclo salarial tradicional para alcanzar el equilibrio entre capital y trabajo; se trata de una tendencia de largo plazo y la mano de obra seguirá siendo más cara para los empresarios.

¿Cómo se diferenciarán los buenos empresarios?

Los buenos empresarios se diferenciarán por adoptar un enfoque proactivo y reflexivo a la hora de invertir en su plantilla. Es probable que estas empresas obtengan recompensas en términos de compromiso y productividad de los empleados, además de reforzar su reputación ante los clientes, proveedores y otras partes interesadas. Garantizar que la remuneración siga siendo competitiva es importante, pero es sólo el primer paso. Optimizar los beneficios no salariales, como los planes de pensiones, la asistencia sanitaria, la flexibilidad laboral o los permisos, también puede ayudar a una empresa a destacar frente a sus homólogas. A media que se intensifica la competencia por el talento, desarrollar un enfoque innovador para identificar y atraer a trabajadores con talento, especialmente en los niveles iniciales, puede crear ventajas.

Hoy en día, también se juzga a las empresas por su capacidad para cerrar las brechas salariales de género y etnia que puedan tener y, en general, para garantizar una remuneración más equitativa de los empleados. Las empresas que son percibidas como que operan de manera más transparente y equitativa pueden encontrarse con una ventaja a la hora de contratar y retener personal. 

Muchas de esas tendencias son a medio y largo plazo, pero creemos que los inversores comprometidos están bien situados para distinguir entre una empresa que tiene un compromiso genuino de invertir en su mano de obra y otra que aumenta los salarios como parte de un ejercicio a corto plazo de ajuste de la inflación. Las reuniones, las visitas in situ y los compromisos de los consejos de administración pueden ser valiosos puntos de contacto que demuestren que una empresa está en sintonía y comprometida con su personal y está innovando activamente para hacer frente a las nuevas tendencias laborales.

Convertir a los ganadores a corto plazo en futuros líderes

Si una empresa se compromete a valorar a sus empleados, lo más probable es que obtenga mejores resultados en indicadores poco significativos, como el compromiso. También se traduce en beneficios tangibles para la cuenta de resultados de la empresa. La mano de obra es la primera o segunda partida de gastos de muchas empresas. Cualquier avance para aumentar la retención y reducir los costes de contratación y formación mejora inmediatamente la rentabilidad y ayuda a sentar las bases del éxito a largo plazo.

Pero el éxito en este ámbito tendrá que contraponerse con el coste para otras partes interesadas y la capacidad de garantizar un valor constante a largo plazo para los accionistas. Creemos que las empresas capaces de resolver este rompecabezas multidimensional están bien posicionadas para convertirse en los líderes del futuro.

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