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María Martínez de Luis de A&G – Asesor del mes
Banca privada

María Martínez de Luis de A&G – Asesor del mes

“Haber empezado en banca de inversión para luego pasar a banca privada me ha permitido poder dar un asesoramiento integral con visión de family office”, afirma María.
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10 ABR, 2024

Por Leticia Rial de RankiaPro

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Te presentamos a María Martínez de Luis, banquera privada de A&G. Se incorporó a la oficina en La Rioja en 2020 procedente de Banca March. Con más de 25 años de experiencia en el sector financiero, María ha sido socia de Consulnor, la firma especializada en gestión de grandes patrimonios del norte de España y, tras su integración en Banca March, ejerció como primera ejecutiva del banco en La Rioja. Su trayectoria profesional también incluye diversos puestos de responsabilidad en banca de inversión y banca privada en Banco Santander, BPI y Atlas Capital en España y Portugal.

1. ¿Cuándo y cómo llegaste al sector financiero?

Mientras cursaba la carrera en Madrid, ICADE (E-3), quería ver la utilidad de todo lo que estaba aprendiendo y comencé a realizar prácticas en distintos sectores (industrial, auditoria, legal, consultoría…). Hasta que el último año entré en Alpha Corporate (la rama de banca de inversión de Arthur Andersen) y me enganché completamente al mundo financiero.

2. Haciendo un breve recorrido de tu vida laboral, ¿qué destacarías de tu carrera profesional?

Haber empezado en banca de inversión (valoración de empresas, búsqueda de financiación, compra venta de las mismas, etc.) para luego pasar a banca privada me ha permitido poder dar un asesoramiento integral con visión de family office. El haber estudiado derecho y LADE también contribuye a ello.

Analizo, junto a mis clientes, en profundidad todo tipo de inversiones que quizás no podría si hubiera empezado directamente en una banca privada tradicional.

3. Si no fueras asesora patrimonial, ¿cuál te hubiera gustado que fuera tu profesión?

De pequeña siempre me apasionaba el mundo de la hostelería y soñaba con dirigir un hotel en cualquier parte del mundo. Sinceramente, nunca pensé que acabaría dedicándome al asesoramiento financiero y, sin embargo, a día de hoy es algo que me apasiona.

4. ¿Cuáles son tus hobbies?

Mis mayores aficiones son sin duda viajar y hacer deporte. Me encanta conocer culturas y países diferentes. Te abre mucho la mente. Es muy enriquecedor y como familia son experiencias que les quedarán a mis hijos grabadas de por vida. Como deporte, el esquí es mi favorito y también es un deporte fácil de compartir en familia durante muchos años.

5. ¿Qué aspectos consideras más importantes a la hora de ayudar a tus clientes con su cartera de inversiones?

Para mi es fundamental conocer al cliente lo máximo posible, para poder ayudarle y hacerle un traje a medida de sus necesidades (en ocasiones intergeneracionales). Conocer su situación patrimonial global, empresarial, familiar… te permite adecuar las recomendaciones de inversión al momento de mercado y a su estrategia concreta.

A su vez, creo indispensable estar en una entidad que te dé la libertad para llevar a cabo este servicio de forma independiente y con una alineación clara de intereses con el cliente.

Y todo ello, por supuesto, apoyado de medios tecnológicos y humanos (equipos especializados en cada área). Cada día hay un mayor número de activos al alcance de los clientes y tener un buen análisis de los mismos es fundamental para hacer bien nuestro trabajo.

6. ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo? ¿Y lo que menos?

Lo que más me gusta de mi trabajo es ver como, poco a poco, los clientes van incrementando su cultura financiera. Cuantos más conocimientos tienen de productos/mercados, más pueden exigir a sus gestores y no conformarse con lo que les ofrecen en sus entidades; ya que por desgracia suelen ser productos que el banco quiere vender, más que lo que se adecua a las necesidades de ese cliente concreto.

Lo que menos me gusta es toda la burocracia de papeles, test y documentación que hay que recabar de los clientes. Está claro que hay que proteger al inversor, pero quizás las exigencias de control deberían ser aún más exhaustivas de las entidades y no tanto de los clientes.

7. ¿Cómo se asesora en el contexto actual al inversor conservador?

Cada evento financiero nos sirve para explicar conceptos diferentes a los clientes. Hace un año con la caída de Credit Suisse pudimos profundizar en los diferentes tipos de deuda y en el orden de prelación de créditos.

En estos momentos, ante la expectativa de futuras bajadas de tipos de interés, el asesoramiento va dirigido a explicar el efecto positivo de la duración en las carteras y no solo del cupón en la renta fija.

También hemos hablado mucho de los fondos monetarios frente a las letras del tesoro comparando su liquidez, fiscalidad etc.

Después de una década, por fin volvemos a tener un entorno muy atractivo para el inversor conservador.

8. Actualmente, ¿cuál es el asset allocation de vuestras carteras modelo?

Depende mucho del perfil del cliente, si puede vehiculizar o no su patrimonio, si es persona física o jurídica, si tiene suficiente importe como para incorporar productos alternativos… Pero a grandes rasgos te diría que en este punto del mercado (marzo 2024) vemos más valor en la renta fija que en la renta variable.

Por la parte de renta variable estamos más positivos en EEUU que en Europa, en crecimiento respecto a valor, y aunque seguimos neutrales en cuanto al tamaño de las compañías, a medida que la estabilización en tipos se vaya consolidando definitivamente tomaremos peso en pequeñas y medianas compañías.

Por la parte de la renta fija estamos aprovechando los repuntes en los tipos para incrementar la duración de las carteras. Principalmente estamos invertidos en bonos investment grade, gobiernos y algo de híbridos y AT1. Vemos oportunidades en el tramo medio de la curva, situándonos en duraciones de 4-5 años, donde nos beneficiaremos de buenas remuneraciones, evitando así el riesgo de reinversión de los tramos cortos y la volatilidad de los más largos.

Pero si algo creo que el lector tiene que tener claro es que de poco vale una foto fija de una cartera hoy. En el entorno actual, creo firmemente en la gestión activa de las carteras. Habrá que ir adecuando las inversiones a los distintos acontecimientos que vayan ocurriendo en los mercados para poder generar alfa al inversor que en definitiva es de lo que se trata.

9. ¿Qué diferencias observas en la forma de invertir de las nuevas generaciones?

Las nuevas generaciones están mucho más abiertas a activos menos tradicionales. Cuando yo empecé la gente tenía depósitos bancarios, deuda del estado y acciones españolas en sus carteras principalmente, y mucho activo inmobiliario. La evolución hacía fondos de inversión líquidos costó bastante sobre todo porque la mayoría habían tenido malas experiencias que le llevaban a denostar esta clase de activo.

Con el tiempo, la confianza y el aprendizaje continuo, unido a la aparición de las nuevas generaciones, la forma de invertir ha cambiado.

No se ve el inmobiliario como un activo seguro y menos aún si no es en zona prime en rentabilidad. Se da mucho más peso en las inversiones financieras al largo plazo, los proyectos de economía real, los activos alternativos. Hasta invertimos un pequeño porcentaje de las carteras profesionales de los clientes que así lo solicitan en criptoactivos.

10. Si tuvieras que definirte con una palabra, ¿cuál sería y por qué?

Empática porque me gusta ponerme en la piel de un cliente cuando decide confiar en mi para la gestión de su patrimonio, y sentir su dinero como propio; entender lo que le ha costado generarlo me parece la mejor forma de honrarlo y respetarlo. Me educaron en la cultura del esfuerzo, la meritocracia y la disciplina y creo que eso, unido a la pasión por hacer bien las cosas, define mucho mi trabajo.

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